miércoles, 16 de noviembre de 2011

CONTINUACIÓN DE PROCESOS COGNITIVOS: ATENCIÓN...

ATENCIÓN

La atención es la capacidad de aplicar voluntariamente el entendimiento a un objetivo, tenerlo en cuenta o en consideración. Desde el punto de vista de la psicología, la atención no es un concepto único, sino el nombre atribuido a una variedad de fenómenos. Tradicionalmente, se ha considerado de dos maneras distintas, aunque relacionadas. Por una parte, la atención como una cualidad de la percepción hace referencia a la función de la atención como filtro de los estímulos ambientales, decidiendo cuáles son los estímulos más relevantes y dándoles prioridad por medio de la concentración de la actividad psíquica sobre el objetivo, para un procesamiento más profundo en la conciencia. Por otro lado, la atención es entendida como el mecanismo que controla y regula los procesos cognitivos; desde el aprendizaje por condicionamiento hasta el razonamiento complejo.
En muchos casos actúa de manera inconsciente iniciado en el hemisferio cerebral izquierdo y es mantenida en el hemisferio derecho. El estar atento ("poner atención" o "prestar atención") tampoco es un comportamiento único del ser humano.

La atención no es solamente la capacidad mental para captar la mirada en uno o varios aspectos de la realidad y prescindir de los restantes, es el tomar posesión por parte de la mente, de forma clara y vívida, de uno entre los que parecen simultáneamente varios posibles objetos de pensamiento. Su esencia está constituida por focalización, concentración y conciencia. Atención significa dejar ciertas cosas para tratar efectivamente otras.
 
La atención puede ser de tres tipos:
  • Activa y voluntaria: Es atención activa y voluntaria cuando se orienta y proyecta mediante un acto consciente, volitivo y con un fin de utilidad práctica y en su aplicación buscamos aclarar o distinguir algo. También se puede llamar atención deliberada.
  • Activa e involuntaria: Es la orientada por una percepción.
  • Pasiva: Es atención pasiva la que es atraída sin esfuerzo.
en los niños, muchas veces existe el Deficit atencional que es  La falta de atención: 
Se definirá, entonces, el D.A., como la dificultad de focalizar y mantener la atención, que de acuerdo con la edad y madurez de un individuo, se considera apropiada.
Por lo antes expuesto se puede observar que no estoy de acuerdo en que la falta de atención defina a estos niños.
Una mente abocada a la superproducción de ideas, fantasías, ilusiones e inspirada por futuras creaciones e inventos, difícilmente pueda establecer con temas que no atañen a sus intereses, pero no es lo único que le pasa. Los sentimientos y las
emociones de una persona con add son intensos y profundos.
Bien podría entonces, haberse tomado este perfil y denominarse superavit de emociones. Podría objetarse que lo que menos importa es la denominación. Sin embargo la denominación aquí marca el rumbo del tratamiento. El primer signo que se notó dio inicio a la idea de discapacidad.
Recordemos que cualquier ser humano sufre cuando no trabaja en lo que le place, cuando ha elegido mal una carrera, cuando no puede desarrollar sus capacidades.
Los niños que padecen D.A. se desempeñan en forma despareja en las distintas areas en las que se mueven. En algunas partes parecen moverse con soltura y responsabilidad, mientras que en otras muestran dificultades.
En un add ese sufrimiento se potencia y su mente no deja de trabajar en mil proyectos diferentes mientras la maestra recita las tablas o desarrolla la regla de tres simple, sin advertirle además, cómo hacerla favorable a sus fines creativos. Por eso no le estará prestando atención.
Su cabeza constituye un corredor superpoblado de sueños e inspiración que no paran de sucederse.
Considero que si se efectuara, para variar, un abordaje positivo de esta particularidad, esto es, evaluando y teniendo en cuenta las potencialidades e inclinaciones y la intensidad con que las vive, proporcionándole el entorno propicio, podrían extraerse unos resultados extraordinarios y sorprendentes.
Esto incluye explicarle en que consiste su diferencia, sus sentimientos y ansiedades, a él y a su
familia. Y lo que se puede esperar de él.
Observar extremo cuidado por las angustias que puede experimentar un espíritu profundamente sensible. Entendiendo además que esta forma de ser puede constituir una dificultad en tanto no logre canalizar sus capacidades y potencialidades pero si se le proporciona el entorno propicio y las herramientas que demande puede superar las expectativas una vez evaluadas sus inclinaciones.
Ponerlo sobre aviso acerca de ese motor que posee, como de más revoluciones de las que su cuerpo puede manejar. Esta energía o fuerzas generadoras de entusiasmo e impulso provocan desilusiones igualmente profundas ante los obstáculos y el consiguiente abandono de la empresa proyectada.
Creo que es imprescindible conversar sobre ello con el niño o adolescente, como una manera de alertarlo o prevenirlo, sobre lo que puede llegar a sentir. Y cómo encauzarlo.
Y ante todo abandonar la idea de que se trata de una discapacidad de ellos para empezar a darse cuenta que la incapacidad es del sistema (educativo o social) que no le brinda lo que debe brindarle porque no entiende sus diferencias.

Algunos libros relacionados:

MANUAL DE PSICOLOGIA GENERAL I: ATENCION Y PERCEPCION (EN PAPEL)

JOSE LUIS FERNANDEZ TRESPALACIOS, MARIA DEL PRADO RIVERO EXPOSITO, MONTSERRAT CONDE PASTOR, SANZ Y TORRES, 2007






video relacionado:
este video trata sobre el déficit atencional en los niños...

1 comentario:

  1. la atención viene de un proceso cognitivo que se genera desde un estímulo, el cual según la potencia de este, se genera un cambio que produce una respuesta.
    la falta de atención genera déficit que afectan la concentración y el aprendizaje en los niños en edad escolar. Para ello existen test psicométricos que miden los niveles de atención-concentración.

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